lunes, 7 de julio de 2014

NARANJA Y MIEL


A veces paso épocas enteras en las que soy incapaz de hacer un jabón sin pensar en darle un diseño especial mediante alguna técnica concreta y el uso de colores.

Otras veces, como en esta ocasión, me muero de ganas de hacer algo de inspiración más sencilla.

De entre la cantidad de cosas que voy acumulando pedido tras pedido de material (siempre se me antoja algo para completar el envío), tenía piel de naranja seca y rallada, de un grosor a medio camino entre la sal gruesa y la sal fina. Cada vez que buscando otro ingrediente me topaba con la bolsita me daban ganas de ir corriendo a hacer un jabón exfoliante a la naranja.... pero últimamente nunca tenía tiempo. El domingo pasado decidí quitarme el mono y hacerlo ya de una vez.  

Con este jabón he vuelto a los orígenes en muchos sentidos. Creé una fórmula poco complicada pero equilibrada y con el toque casi indispensable de la manteca de karité, decidí reutilizar un tetra-brik de bebida como molde en lugar de usar uno más "profesional", tan sólo utilicé un par de aditivos que en mi opinión se complementan (un exfoliante y un emoliente), y nada de colorantes, ni naturales ni sintéticos de grado cosmético. Eso sí, no pude resistirme a añadir aceites esenciales para aromatizarlo. También usé para cortarlo el cuchillo ondulado que hacía siglos que no sacaba del cajón. Me gusta mucho el efecto que este tipo de corte le da a los jabones sencillos.

Me ha encantado el resultado. De hecho, me metería ahora mismo en la ducha con él, pero tendré que armarme de paciencia y esperar unas 4 semanas a que se cure del todo. Espero que para entonces siga oliendo tan bien como ahora, aunque los aceites esenciales de cítricos tienen la mala costumbre de desvanecerse con bastante facilidad.

Para su elaboración he utilizado aceites de oliva virgen, coco (*bio), palma (*bio), karité (*bio), girasol y estearina de palma. Normalmente no uso apenas estearina en mis jabones ya que al acelerar la traza no me da juego a la hora de aplicar técnicas de decoración y coloreado. Pero en este caso decidí añadirla porque mis jabones con miel tienden a resultar algo más blandos y la estearina les aporta dureza. Me sorprendió que de todas maneras no acelerara apenas la traza, quizá fue porque estaba jaboneando a una temperatura bastante baja para evitar el sobrecalentamiento que la miel puede producir.

Como aditivos tan sólo piel de naranja (exfoliante) y miel sin refinar (emoliente).

Aromatizado con aceites esenciales de naranja, incienso y un toque de litsea cubeba (may chang).    

Hasta la próxima!